domingo, 12 de junio de 2011

Ahora que me traen en coche a casa, y no tengo casi oportunidad de conducir por la noche, con lo que a mí me gusta...(es lo que tiene perder la credibilidad, en la chapa, de una vez y al desgüace)...los dedos echan de menos el volante cuando no hay más luces que las artificiales.
Y lo único que pienso al mirar por la ventana cerrada, es que tú me dejarías. Que sólo tú sabes que si cojo las llaves, es por que la abrirías para que el viento me revolviera el pelo sin despeinarte. En silencio. Sólo la música.

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