Cuando tú eras un moco y yo era la reina de la naturaleza... tú, tu hermano, acostados en la cama blanca de medio metro, o eso parecía, y cabíamos, cabemos...teta para todos y amor sin fin...
Ahora que me preguntan si sois míos...digo que no...porque es la verdad...no lo sois en propiedad, nunca...pero vamos a jugar, a reir, a pelearnos, a hartarnos de nosotros y a volver a la cocina, cabrones, que coméis como lobos, a decirme que estoy lerele y a perseguiros por la casa y por donde haga falta para haceros cosquillas, que yo no tengo y vosotros sí, ja!...toda la vida...
Que ayer te picó una avispa y pareces salida de la película de Avatar, y no te llevé al médico porque no querías y yo tampoco, y porque no hizo falta...eso sí...acabaste con la cara sucia como el palo de un gallinero y no quisiste que nadie te viera...y nadie te vió, salvo tu hermano y yo, claro, que no contamos...pero qué risas con la costra de amoniaco y barro...y el coche otra vez hecho unos zorros...pero era un tatuaje guerrero, y eres valiente...y no hay nada como ver vuestros ojos confiados en el retrovisor...bueno, sí... sí hay, pero va junto...conmigo...
Vamos a comer un helado...yo me recostaré en el respaldo de la silla...que no tiene brazos pero a mí me lo parecerá...y hasta que decidáis lo que queréis pasará un buen rato, y no pienso decir ni mú...ya os apañaréis, pero sólo habrá uno...sí, qué?, no os ayudaré con eso...negociad con Paco :)...
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