jueves, 2 de diciembre de 2010

Solidaridad animal

Es tan poco frecuente aquí escuchar a un perro aullando como un lobo...
Hace frío, o soy yo que lo tengo...no importa.
Iba a la cama y no he podido. Le escuché...
Los perros domésticos ya no lo hacen. Pueden, pero lo olvidaron. Seguramente porque no tienen razones para hacerlo. El aullido es una llamada.

Y sigue...no debe estar a más de 100 metros de mi balcón.

Tengo que intentarlo. Creo que si me meto los dedos en la boca en la posición adecuada (yo también olvido) tras un par de intentos, podré silvar largo. Para que me oiga.

No soy un lobo, él tampoco.
Pero ahora sí.


Funcionó.
A dormir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario