Y un billar, y camisa negra, y paredes sin grafittis, y arenas de todas las playas del mundo, y mis ejercicios de cartas náuticas en una cerveza, con mesa de mármol, y libros a medias, y cosas al beneficio del ventero, y los miércoles es suave, y la vida es larga y corta y entreverada, y ayer me preguntaron por qué utilizaba tanto la Y.
Porque es una conjunción copulativa, y es que sí. Aunque a veces sea i.
Donde estaba escrito que nada era para siempre?
Por doquier, salvo en la memoria mía, olvidadiza que contrató la única que quería pagar.
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